Nunca tires la toalla. Úsala para limpiarte la frente y sigue avanzando.

Autor Desconocido

Hoy en día, en que de manera muy rápida nos hemos visto en unas circunstancias muy distintas a las que nos pensábamos hace menos de un año, probablemente nos confronta a situaciones que desde el punto de vista de nuestra práctica marcial, son las condiciones pensadas para las que entrenamos, pero que en verdad no deseamos o no esperamos nunca experimentar realmente.

Así que pienso en las últimas clases presenciales que tuvimos en el pasado mes de marzo y en esa palabra que es nuestro mantra al final de cada clase: “¡Gambatte Kudasai!” “¡Por favor no te rindas, sigue adelante!”, y al día siguiente ya empezábamos con nuestra primera clase virtual, en razón de una cuarentena que ya va a completar los 4 meses.

Si hemos entrenado juiciosamente, deberíamos saber que estas nuevas condiciones, aunque no deseadas, deben ser superadas para no detener nuestro avance, pero más que eso, para evitar entregarnos de manera desprevenida a los malos augurios de quienes de manera anticipada ya se han rendido o están por hacerlo en cualquier momento.

Si hemos entrenado con la idea de obtener algo más que solo grados, probablemente podremos apreciar el valor de nuestro entrenamiento, especialmente a lo que refiere a nuestra resistencia mental, emocional y moral; por cuanto hemos hecho honor a nuestro “Gambatte Kudasai”, al convertir nuestra sala, cuarto, patio o terraza en nuestro dojo y así de repente, un palo de escoba también se convirtió en nuestra espada.

Esto me recuerda a Don Quijote de la Mancha, quien luchó contra los molinos de viento a quienes veía como temibles gigantes que agitaban sus enormes brazos, para luego terminar maltrecho por la desigual batalla, pero ¿quién puede negar la valentía de este “loco” y quebrantado caballero? Quien curiosamente representa hoy la utopía de unos códigos y misterios al parecer olvidados.

Aunque resulte difícil abordar cada nuevo día, el estudiante sincero sabe que pese a que se sienta de alguna forma incapaz, de cualquier manera siempre y cuando no se detenga lo conseguirá al final, además de cualquier manera siempre hay un final, solo hay que tener la fortaleza de elegir qué tipo de final queremos.

Un estudiante de Ninjutsu en Tatsujin Dojo no debería ser una fuente de quejas, lamentaciones o tristezas para su familia y entorno cercano, especialmente por la pandemia, sino más bien y es mi ideal, es que se convierta en un soporte, que con su ánimo inspire a un esfuerzo siempre optimista y lleno de fe.

¿Sabes? Si te llenas de un significado superior a ti mismo y a tus propias necesidades, podrás prevalecer ante cualquier situación o circunstancia por muy malas que estas sean, activaras una fuerza que nunca imaginaste poseer.

Esto ya ha sido comprobado por muchas personas durante el transcurso de la historia de toda la humanidad, de la cual innegablemente hacemos parte y somos participes de una forma u otra.

Ahora es momento, para una vez más recordar nuestro habitual mantra de entrenamiento:

“¡Gambatte Kudasai!” “¡Por favor no te rindas, sigue adelante!”

Sinceramente

Alejandro Estrada
Director Tatsujin Dojo Colombia